LA OFERTA DE VIVIENDA PARA ALQUILER, SE DESPLOMA EN EL VALLE DE GÜÍMAR.
Un conocido portal inmobiliario en internet, revela a día de hoy, que la oferta total de viviendas para alquiler en esta provincia es de un total de 876 inmuebles. Una cifra irrisoria comparada con el parque de viviendas o con la demanda que existe actualmente en Canarias.
El portal Idealista, no ofrece ninguna vivienda en alquiler para el municipio de Arafo. No existe por tanto, ninguna vivienda disponible en esta localidad, lo que es especialmente llamativo.
En lo que respecta a Candelaria, la situación es alarmante, y tan solo se ofrecen a día de hoy un total de 26 viviendas; de las cuales se concentran en el casco, 8 ofertas y unas 11 en la zona de Las Caletillas y Punta Larga. El resto son apenas unas pocas de viviendas en el conjunto de barrios y diseminado. El precio de los alquileres medio, está sobre los 900 a 1.000 para los de dos habitaciones; y es posible conseguir uno a 800 para los de una habitación, con una superficie de unos 50 metros cuadrados.
En el caso del municipio de Güímar, la oferta sube hasta las 38 viviendas disponibles, la mayoría de ellas en el núcleo del Puertito de Güímar, donde el precio medio es de casi 800 euros para los de una habitación; y de unos 900 a 1.200 los de dos o tres habitaciones. Éstos últimos, mucho menos frecuentes.
En el casco de Güímar se pueden encontrar viviendas de una habitación por unos 600 euros; y los precios para los de dos y tres habitaciones son algo inferiores que en la costa. En la zona de Agache no hay oferta de vivienda en los núcleos de medianía, habiendo unos pocos pisos en la costa, a precios comparables con el Puertito de Güímar.
Consultadas algunas inmobiliarias de nuestro Valle, la carencia de oferta, dispara el precio, y los motivos no son otros que la inseguridad jurídica; la falta de respuesta eficaz ante el fenómeno de la Okupación; y la nueva variante inquiokupación; así como el uso irresponsable de las viviendas por parte de los inquilinos (destrozos y saqueos); así como el miedo a los impagos y a los tiempos y costos de los procesos judiciales.
Las medidas legales que buscan proteger a las familias, lejos de fomentar el alquiler por parte de éstas, las alejan. Las familias con hijos pequeños lo tienen más complicado; por la situación de vulnerabilidad a la que pueden acogerse las familias en caso de impago; lo que alargaría su estadía en los inmuebles hasta largos periodos. La ausencia promoción pública, y la falta de construcción de vivienda nueva, agravan aún más la situación; y la demanda especialmente en núcleos costeros del valle, hacen que las pocas viviendas disponibles, salgan del mercado de manera inmediata.
Tal es la demanda, que la mayoría de inmobiliarias, ni siquiera publicitan los inmuebles para alquiler. hay una lista de personas que buscan vivienda, y se agarran a cualquier oferta, si pasan el casting del propietario. Una familia con hijos pequeños y o con mascotas y donde solo un de los miembros de la familia, trabajen, son el prototipo de familia que más complicado tiene el acceso a la vivienda; especialmente si el número de hijos supera los dos.