EL APARCAMIENTO ROTATORIO DE LA CARDONERA, VACÍO EN SUS PRIMEROS DÍAS.

Candelaria a 2 de septiembre de 2025.- Con la intención de descongestionar el saturado casco urbano de Candelaria, el nuevo aparcamiento rotatorio de La Cardonera abrió sus puertas hace escasos días. Sin embargo, lejos de convertirse en la solución esperada, su puesta en marcha ha topado con la fría realidad de la orografía del terreno y los hábitos de los ciudadanos. La relativa lejanía del centro administrativo y comercial y el desnivel existente están desincentivando su uso, planteando serias dudas sobre si cumplirá su función fuera de las fechas de alta afluencia.
La ubicación del aparcamiento, si bien se entiende como un mal necesario ante la imposibilidad de situarlo frente al Ayuntamiento, no está siendo bien recibida por una parte de la ciudadanía. Los primeros usuarios se quejan de que la distancia a pie hasta las principales oficinas, bancos y comercios del casco es considerable, un trayecto que se hace aún más pesado debido a las cuestas. Este factor disuade, especialmente, a aquellas personas que necesitan hacer gestiones rápidas o que tienen movilidad reducida.
«Está llamado al lleno en fechas señaladas», reconocen algunos vecinos, refiriéndose a eventos festivos o al esperado impulso que podría dar el inicio del curso escolar con la llegada de padres y madres al colegio de la zona. No obstante, en días de normalidad, el estacionamiento presenta un aspecto semivacío, lo que evidencia que no se está convirtiendo en la primera opción para los conductores.
La polémica se intensifica al considerar que el solar donde se ha construido era previamente utilizado como zona de aparcamiento por los residentes del cercano barrio de Santa Ana. La decisión municipal de transformar ese espacio de uso vecinal en un aparcamiento rotatorio de pago (o de tiempo limitado) ha generado malestar entre los vecinos, que sienten haber perdido una comodidad sin obtener una alternativa clara y eficaz que resuelva los problemas de tráfico del núcleo urbano.
Desde el Ayuntamiento se defendió la obra como una pieza clave para mejorar la movilidad y liberar las estrechas calles del centro de vehículos estacionados de forma irregular. Sin embargo, los primeros datos sobre su uso parecen indicar que la teoría no se está traduciendo en la práctica. Los críticos argumentan que la solución no puede ser trasladar el problema de un sitio a otro, sino ofrecer una alternativa realista, cómoda y bien conectada.
De momento, el aparcamiento de La Cardonera se enfrenta a su primer gran reto: demostrar su utilidad más allá de los días puntuales de gran afluencia y convertirse en una herramienta eficaz para el día a día de los ciudadanos de Candelaria. El tiempo, y los hábitos de los conductores, tendrán la última palabra.