Valle

GÜÍMAR Y FASNIA NO QUIEREN MOLINOS.

Güímar a 21 de marzo de 2025, Tenerife – La polémica está servida en la comarca de Agache, donde vecinos y ayuntamientos de Güímar y Fasnia han manifestado su firme oposición a los proyectos de parques eólicos que la empresa DISA pretende instalar en la zona. La dicotomía entre el impulso de las energías renovables y la preservación del uso del suelo y el paisaje ha generado un intenso debate en la comunidad.

Los dos parques eólicos proyectados, que incluirían al menos cuatro aerogeneradores cada uno, han levantado preocupación entre los residentes y las autoridades locales. Los ayuntamientos de Güímar y Fasnia ya han anunciado que presentarán alegaciones a ambos proyectos, argumentando que su impacto paisajístico y ambiental no compensa los beneficios que pudieran generar.

Los vecinos de la zona han expresado su malestar por las posibles afecciones que estos parques podrían causar. Entre las principales preocupaciones destacan el impacto visual en un entorno natural de gran valor, la posible afección a la fauna local y la alteración del uso tradicional del suelo. «Agache es un lugar emblemático para nosotros, y estos molinos cambiarían por completo el paisaje que conocemos y queremos preservar», señaló un residente de la zona.

Desde DISA, sin embargo, se defiende que estos proyectos son necesarios para avanzar hacia la transición energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. La empresa insiste en que los parques eólicos cumplen con todas las normativas ambientales y que su ubicación ha sido cuidadosamente estudiada para minimizar el impacto.

No obstante, los ayuntamientos de Güímar y Fasnia consideran que no se ha tenido suficientemente en cuenta la voz de los vecinos ni las particularidades del territorio. «Apoyamos las energías renovables, pero no a cualquier precio. Hay que buscar un equilibrio entre el desarrollo energético y la protección de nuestro patrimonio natural y cultural», afirmó un portavoz del Ayuntamiento de Güímar.

El debate sobre los parques eólicos en Agache refleja un conflicto cada vez más común en Canarias y otras regiones: cómo conciliar la necesidad de avanzar hacia un modelo energético más sostenible con la preservación del paisaje y los usos tradicionales del suelo. Mientras tanto, los vecinos y ayuntamientos esperan que sus alegaciones sean tomadas en cuenta antes de que se aprueben definitivamente los proyectos.

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