Valle

CICLISTAS EN EL PUNTO DE MIRA.

Candelaria, a 15 de septiembre de 2025.- Un nuevo accidente de tráfico ha vuelto a poner en el candelero la difícil y peligrosa situación que viven a diario los ciclistas en las carreteras de Tenerife. Este pasado sábado, 13 de septiembre, a las 10:12 de la mañana, la tranquilidad de la mañana en la carretera TF-28 a su paso por el municipio de Güímar se vio truncada por una colisión entre un turismo y dos bicicletas, dejando a dos ciclistas heridos de diferente consideración.

El Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) 1-1-2 del Gobierno de Canarias recibió una alerta en la que se informaba del siniestro. De inmediato, el centro coordinador activó los recursos de emergencia necesarios para atender la situación.

Según la valoración proporcionada por los equipos del Servicio de Urgencias Canario (SUC), uno de los ciclistas, un hombre de 48 años, presentaba diferentes traumatismos de carácter moderado. Dada la gravedad inicial de sus lesiones, fue trasladado en una ambulancia sanitarizada –dotada de medios y personal para una asistencia avanzada– al Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria. El segundo afectado, un hombre de 55 años, fue valorado con policontusiones de carácter leve y trasladado en una ambulancia de soporte vital básico al mismo centro hospitalario. En ambos casos, el pronóstico quedó condicionado a la evolución y sin complicaciones.

Además del SUC, en el lugar de los hechos intervino la Guardia Civil, cuyo personal se encargó de auxiliar en la primera asistencia, cortar el tráfico para facilitar la labor de los sanitarios y realizar el atestado correspondiente para determinar las causas exactas del accidente.

Un recordatorio de un problema persistente

Este incidente no es un hecho aislado. Sirve como un recordatorio sombrío de los riesgos a los que se enfrentan los deportistas que practican ciclismo en carreteras isleñas caracterizadas por su saturación de tráfico, trazados sinuosos y numerosas zonas de poca visibilidad. La TF-28, como muchas otras vías de la isla, es un ejemplo de esta problemática, donde ciclistas y vehículos a motor se ven obligados a compartir un espacio que, con frecuencia, se muestra insuficiente y peligroso.

La colisión reaviva la urgente necesidad de seguir debatiendo e implementando medidas que mejoren la seguridad vial para todos los usuarios. La reclamación de más y mejores carriles bici, la pacificación del tráfico en ciertas vías, campañas de concienciación sobre el respeto a la distancia de seguridad de 1,5 metros al adelantar y una mayor precaución en tramos de escasa visibilidad se presentan como soluciones indispensables para prevenir que sucesos como el de Güímar siento repetitivos.

Mientras los dos ciclistas se recuperan de sus heridas, la pregunta sobre cómo hacer que las carreteras de Tenerife sean más seguras para todos vuelve a estar sobre la mesa, esperando una respuesta firme y efectiva.

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