CAMPAÑA CONTRA VAPER Y LA PIPA DE AGUA.

Muchos piensan que el vaper es una alternativa inofensiva al tabaco, estudios recientes indican lo contrario: estamos viendo serias afectaciones en la salud respiratoria, cardiovascular, e incluso en el desarrollo neurológico de los más jóvenes.
La campaña de prevención es fruto del esfuerzo conjunto de las instituciones para proteger a la ciudadanía de los riesgos asociados al uso del vaper, pipas de agua y otros dispositivos de inhalación electrónica. Hay que concienciar sobre los peligros del uso del vaper, aclarar la falsa percepción de seguridad que rodea estos dispositivos y promover hábitos de vida más saludables.
El aumento del uso del vaper en nuestra población es una realidad preocupante y está generando una amenaza para la salud pública que no podemos ignorar. Aunque muchos piensan que el vaper es una alternativa inofensiva al tabaco, estudios recientes indican lo contrario: estamos viendo serias afectaciones en la salud respiratoria, cardiovascular, e incluso en el desarrollo neurológico de los más jóvenes.
Para atraer a los jóvenes y a nuevos consumidores, las compañías despliegan una estrategia visualmente atractiva, usando colores brillantes, envases modernos y sabores llamativos que van desde frutas tropicales hasta postres o inclusive los personajes de ficción favoritos de nuestros jóvenes.
Esto crea una falsa sensación de seguridad, ya que estos sabores y presentaciones ocultan el hecho de que muchos vapeadores contienen nicotina y otras sustancias adictivas y potencialmente tóxicas y dejando de lado la realidad que se inhala un vapor que contiene partículas potencialmente peligrosas para la salud.
Además, al asociarse con sabores y estilos llamativos, el vapeo se percibe como una actividad divertida y sin riesgos, minimizando los posibles daños a la salud y aumentando su atractivo, especialmente entre adolescentes y jóvenes adultos. Por estas razones, la campaña insular lleva el eslogan de ¡Que no te engañen, vapear daña tu salud!, como resultado de todas las acciones engañosas y confusas que dan como resultado el bajo riesgo percibido por nuestra población y que, de manera definitiva, no hace otra cosa, que provocar un impacto negativo en la salud de nuestra población.