Güímar

LOS FERIANTES LAMENTAN LA SUSPENSIÓN DE LAS FIESTAS.

Güímar a 23 de marzo de 2025.- Cuando se suspende una fiesta, la atención suele centrarse en la decepción de los asistentes o en los motivos detrás de la decisión. Sin embargo, hay una cara menos visible pero igual de impactante: la de los feriantes y los negocios que dependen de estos eventos para su sustento. En el caso de las fiestas suspendidas en Guimar, estos trabajadores se encuentran en una situación crítica, con mercancía perecedera sin vender, barriles de bebida pinchados y kioskos ya montados que ahora no tendrán uso.

La suspensión de las fiestas, anunciada a escasas horas de su inicio, ha dejado a decenas de feriantes y pequeños empresarios en el limbo. «Ya no hay nada que hacer», lamenta uno de los afectados, quien explica que, de haber sido avisados con mayor antelación, podrían haber evitado pérdidas significativas. «Hemos invertido en comida, en bebida, en montar los puestos… ¿Y ahora qué hacemos con todo esto?», cuestiona.

El Ayuntamiento de Guimar, por el momento, no ha dado una respuesta clara a las demandas de estos trabajadores. Aunque las autoridades justifican la suspensión por motivos de seguridad o logística, los afectados exigen que se les compense de algún modo. «No es justo que carguemos con todo el peso de una decisión que se tomó a última hora», reclama una feriante que prefiere mantenerse en el anonimato.

Los negocios habilitados para las fiestas, muchos de los cuales dependen de estos eventos para sobrevivir, se encuentran en una situación similar. La inversión en productos perecederos, como alimentos y bebidas, representa un gasto que difícilmente podrán recuperar. Además, el trabajo de montaje y preparación de los kioskos, que en muchos casos lleva días de esfuerzo, ahora parece haber sido en vano.

Ante esta situación, los feriantes y empresarios afectados piden al Ayuntamiento de Guimar que no solo explique las razones de la suspensión, sino que también ofrezca soluciones concretas. «No pedimos que nos devuelvan todo, pero al menos que nos ayuden a cubrir parte de las pérdidas», señala uno de los afectados.

La suspensión de eventos festivos es siempre una decisión complicada, pero cuando se toma a última hora, las consecuencias para quienes dependen de ellos pueden ser devastadoras. Mientras los vecinos de Guimar lamentan la cancelación de sus fiestas, los feriantes y pequeños empresarios esperan una respuesta que les permita recuperarse de un golpe que, para muchos, podría marcar la diferencia entre seguir adelante o cerrar sus negocios.

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