Güímar, a 29 de marzo de 2025.- El Ayuntamiento de Güímar ha confirmado la homologación del graderío instalado para el espectáculo de Las Burras, uno de los actos centrales del Carnaval, y ha rechazado lo que califica como «alarmismo injustificado» por parte de la oposición. El consistorio ha presentado un certificado técnico que avala la seguridad de la estructura, tras las críticas surgidas en los últimos días sobre posibles deficiencias en las instalaciones del Carnaval.
Este año, el Carnaval de Güímar ha estado salpicado por diversas incidencias de seguridad y logística, lo que ha generado un intenso debate político. Desde la oposición se han cuestionado las medidas adoptadas por el gobierno municipal, especialmente en lo relativo a la estabilidad y capacidad del graderío donde cientos de vecinos presencian los eventos.
Sin embargo, el equipo de gobierno ha respondido con un informe técnico que certifica que la estructura cumple con todas las normativas de seguridad. «No hay motivo para la alarma; los informes demuestran que el graderío es seguro y está en perfectas condiciones para su uso», declaró un portavoz municipal.
Grupos políticos opositores insisten en que el Ayuntamiento ha actuado con falta de transparencia y reclaman más controles preventivos para evitar riesgos. «No se trata de crear alarma, sino de garantizar que todo esté en orden antes de que ocurra una desgracia», argumentó un representante de la oposición.
Mientras, el consistorio acusa a sus críticos de politizar un asunto técnico y asegura que las revisiones se han realizado conforme a la ley. «El Carnaval es una fiesta para todos, y estamos comprometidos con que se desarrolle con total normalidad y seguridad», añadió el gobierno local.
El documento presentado por el Ayuntamiento, emitido por una empresa especializada, confirma que:
✅ El graderío cumple con la normativa de carga y resistencia.
✅ Se han realizado pruebas de estabilidad y soporte de peso.
✅ No existen riesgos estructurales para su uso público.
Pese a esto, algunos vecinos expresan su inquietud, recordando que este no es el primer problema de seguridad que surge en el Carnaval de Güímar este año.
Mientras el Ayuntamiento insiste en que todo está bajo control, la oposición y parte de la ciudadanía piden mayor rigurosidad en las inspecciones. Con el graderío ya homologado, las autoridades confían en que los próximos eventos transcurran sin incidentes. Lo cierto es que la polémica ha puesto en evidencia las tensiones políticas en torno a la gestión del Carnaval, un evento que debería ser motivo de celebración y no de disputa
