INCENDIO DE RASTROJOS Y MALEZA EN GÜÍMAR.

Güímar, a 19 de septiembre de 2025.- La tranquilidad de la tarde en la medianía baja de Güímar se vio interrumpida este mediodía del viernes, por las columnas de humo que ascendían de un incendio de maleza y rastrojos. El fuego, que se desarrolló en un entorno cercano a viviendas, encendió las alarmas y provocó la inmediata activación de los dispositivos de emergencia.
Según los datos preliminares, el incendio fue originado por la combinación de las altas temperaturas que azotan la isla y lo que, en una primera valoración, apunta a un posible descuido humano. La vegetación seca, propia de la época estival, actuó como combustible perfecto para que las llamas se propagaran con rapidez por la zona.

La Central de Coordinación de Emergencias recibió varias llamadas de alerta de vecinos de la zona, movilizando de inmediato a los efectivos del Parque de Bomberos de Güímar. Ante la necesidad de asegurar la extinción y prevenir cualquier riesgo para las viviendas colindantes, se solicitó refuerzo al cuerpo de bomberos municipal.
Al lugar se desplazó una Bomba Urbana Pesada y una Bomba Urbana Nodriza, cuyo principal objetivo fue apoyar las labores de extinción del parque comarcal y asegurar el suministro continuo de agua para sofocar las llamas de manera efectiva.
La rápita intervención conjunta logró evitar que el fuego, que consumió principalmente maleza y restos de cultivos (rastrojos), alcanzara mayores dimensiones o representara una amenaza directa para los residentes de la zona. Los bomberos trabajaron en el perímetro para crear cortafuegos y humedecer los terrenos aledaños, operaciones que resultaron cruciales para el control del incendio.
Las autoridades recuerdan la extrema importancia de la prevención en esta época de alto riesgo de incendios, instando a la población a evitar cualquier actividad que pueda generar chispas o fuego en zonas de vegetación seca y a extremar las precauciones en el campo.
El operativo se mantuvo en la zona durante varias horas realizando labores de remate y refrigeración para garantizar que el fuego no se reavive.