Candelaria, a 22 de junio de 2025.- En las últimas horas, la región submarina entre Tenerife y Gran Canaria ha registrado un incremento significativo de actividad sísmica, centrada en el área del Volcán de Enmedio, una estructura volcánica sumergida a 2.100 metros de profundidad. Según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el evento más relevante ocurrió anoche a las 22:14 (hora local canaria), con un terremoto de magnitud 2.3 mbLg localizado a solo 5 km de profundidad. Este sismo forma parte de una serie de movimientos telúricos que incluyó otros diez terremotos en las últimas 48 horas, con magnitudes superiores a 1.4 mbLg y profundidades entre 1 y 23 km.
El Volcán de Enmedio, situado en el canal Anaga-Agaete, es un coloso submarino con una base de tres kilómetros —equivalente a 539 campos de fútbol— y una altura de 470 metros desde el lecho oceánico. Su ubicación, a 25.47 km de Tenerife y 36.2 km de Gran Canaria, lo convierte en un punto crítico para la sismicidad regional. Esta zona ha registrado episodios similares en el pasado, como el terremoto de magnitud 3.7 en febrero de 2022 y, de manera más destacada, el evento de intensidad 5 (Richter) en 1989, sentido en Tenerife.
La actividad actual no representa un peligro inminente debido a su localización alejada de núcleos poblacionales. Sin embargo, aún es pronto para determinar su evolución. Los terremotos en esta área suelen asociarse a tensiones corticales en el manto terrestre, más que a actividad magmática directa del volcán. «Los eventos volcánicos típicos forman enjambres densos, con decenas o cientos de sismos en una hora», por ahora descartando así una relación con erupciones inminentes.
La monitorización de estos fenómenos es exhaustiva. El Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) emplea redes sísmicas permanentes, sensores de gases y sistemas GPS para detectar deformaciones del terreno y emisiones de CO₂, parámetros clave en la evaluación de riesgos. Proyectos como el «Proyecto Guanche», liderado por el IGN, analizan la naturaleza de esta sismicidad profunda, aunque la complejidad técnica —por la profundidad de los eventos— dificulta conclusiones inmediatas.
Aunque los sismos recientes no han sido percibidos por la población, episodios como el terremoto de magnitud 3.8 registrado hace tres días en Gran Canaria —el mayor en 60 años— recuerdan el potencial de esta región. En 1913, un sismo de intensidad VI (magnitud estimada de 4.5) sacudió la zona, evidenciando su capacidad para generar eventos de mayor impacto. Pese a ello, las características actuales de los terremotos, todos por debajo de 3.5 mbLg y en profundidades medias, reducen su potencial destructivo
