Arafo, a 04 de diciembre de 2025.- Por un día, las bancadas del Salón de Plenos del Ayuntamiento de Arafo estuvieron ocupadas por los concejales más jóvenes, directos y con los pies más en la tierra de la historia reciente del municipio. Alumnos de 5º de Primaria del Colegio Público de Arafo protagonizaron una sesión plenaria extraordinaria, dentro de un proyecto educativo de participación ciudadana impulsado por el consistorio, que ha sido calificada por todos los asistentes como una experiencia «muy enriquecedora».
La actividad, que busca fomentar la democracia participativa desde la base, permitió a los niños y niñas trasladar directamente sus ideas, preocupaciones y sugerencias a la corporación municipal. Sentados en los escaños habituales de los ediles, los pequeños «concejales por un día» expusieron sus propuestas con una claridad y un sentido común que arrancó aplausos y sonrisas de los adultos presentes.
Propuestas con la lógica de quien ve el mundo sin filtros
Lejos de los tecnicismos y las agendas políticas, las aportaciones de los estudiantes se centraron en mejoras concretas y cotidianas para su pueblo. Según fuentes presentes en el acto, muchas de las ideas expuestas poseían «más sentido común del que a veces emana de este pleno«, en un reconocimiento tácito a la frescura y utilidad de su mirada.
El verdadero valor de la iniciativa, más allá de las propias propuestas, radica en su potencial educativo. Actividades como esta acercan a los alumnos al funcionamiento de la administración local, desmitifican la política y les hacen comprender cómo se toman las decisiones que afectan a su día a día.
«Gracias al Ayuntamiento de Arafo por hacerlo posible«, fue el sentimiento generalizado entre el profesorado y las familias. «Es fundamental que los niños entiendan que su voz cuenta, que las instituciones están para escucharlos y que ellos son parte activa y esencial de la comunidad», señaló una de las docentes implicadas en el proyecto.
La corporación municipal, por su parte, se comprometió a estudiar y dar traslado a los departamentos correspondientes de las propuestas viables planteadas por los estudiantes. Este pleno infantil no se queda en un mero simulacro, sino que sienta un precedente de escucha activa hacia los vecinos más jóvenes, inculcando en ellos el valor de la participación y la responsabilidad cívica. Una lección de democracia que, sin duda, los mayores han recibido con igual provecho.
