LO QUE FUE UNA CANCHA DE VOLEY PLAYA, AHORA ES CAGADERO DE PERROS.

Candelaria, a 06 de marzo de 2025.– Hace meses, un temporal dañó la cancha de vóley playa ubicada en la Avenida Marítima de Candelaria, un punto de encuentro para deportistas y familias. Sin embargo, en lugar de repararla, el Ayuntamiento optó por retirarla por completo. Hoy, el espacio que antes albergaba partidos y risas bajo el sol es un terreno abandonado, convertido en zona improvisada para que los dueños de perros recojan —o ignoren— los excrementos de sus mascotas. La desaparición de esta infraestructura deportiva, una de las pocas dedicadas al vóley playa en el municipio, ha generado malestar entre vecinos y colectivos deportivos, que exigen mayor implicación institucional.
La cancha, situada junto al paseo marítimo, era frecuentada por jóvenes, equipos amateur y turistas. «Era un lugar con vida. Ahora da pena pasar por ahí», lamenta Sara Morales, usuaria habitual. Según varios testimonios, los desperfectos tras el temporal eran reparables: redes rotas, postes inclinados y arena dispersada. Sin embargo, el Consistorio consideró más sencillo desmantelarla que invertir en su mantenimiento.
El resultado es un espacio sin sombras, sin equipamiento y sin vigilancia, donde la arena se mezcla con bolsas de plástico y excrementos caninos. «Es una falta de respeto a quienes pagamos impuestos. Primero quitan la cancha y luego no ofrecen alternativas», critica Carlos Marrero, entrenador de un equipo local.
Candelaria, municipio costero con clima privilegiado, carece de suficientes espacios deportivos públicos al aire libre. La pérdida de esta cancha agrava el problema, especialmente para deportes como el vóley playa, que dependen de instalaciones específicas. «Es contradictorio: por un lado, se promociona el turismo activo y, por otro, se desmantelan las infraestructuras que lo hacen posible», señala Laura Jiménez, presidenta de la asociación Deporte para Todos.
Algunos colectivos opinan que debe recuperarse la cancha, o habilite una nueva, pero hasta ahora solo hay abandono. No es solo un tema deportivo, es de salud pública y de calidad de vida. El caso de la cancha de vóley playa no es aislado. En los últimos años, vecinos denuncian el deterioro progresivo de zonas como el skatepark de La Arena o las pistas de baloncesto en Barranco Hondo. «Parece que solo invierten en lo nuevo, en lo que da titulares, pero no mantienen lo que ya existe», opina un vecino que prefirió mantener el anonimato.
Mientras, colectivos ciudadanos insisten en que recuperar estos espacios no requiere grandes inversiones, sino voluntad política. «Con una limpieza regular, una valla perimetral y redes nuevas, la cancha podría reactivarse en semanas», propone Marrero.
El debate sobre la cancha abandonada evidencia una tensión entre el desarrollo urbano y la preservación de servicios básicos para la comunidad. En un municipio que atrae a miles de visitantes anuales por su costa y su clima, la falta de infraestructuras deportivas accesibles proyecta una imagen contradictoria.
¿Volverán a escucharse pelotazos en la Avenida Marítima? Por ahora, solo ladridos y quejas resuenan donde antes había deporte. La pelota, dicen los vecinos, está en el tejado del Ayuntamiento.