Pese a que se han registrado lluvias copiosas en distintos puntos de las Islas, comprometiendo incluso el tráfico aéreo estos días, el paso de la borrasca en el Valle de Güímar, se ha saldado con apenas alguna llovizna aislada, sin que haya habido presencia notable del líquido elemento, tan preciado por el campo que lo necesitaba en esta emergencia hídrica que venimos padeciendo.
Las lluvias caídas no solventan la escasez de aguas, y en en lugares como en nuestro Valle, apenas se han registrado precipitaciones. El campo clama por agua, y el paso de esta borrasca no ha dejado el precioso tesoro del agua que todos ansían.
Este martes, los cielos del Valle amanecen despejados, el aire es limpio y no se esperan precipitaciones. Habrá que esperar por tanto a la siguiente borrasca para que llueva como todos esperan.