ACTIVIDADES EN EL CALVARIO DE LOS MAJUELOS.

Güímar, a 3 de mayo de 2025.- La tarde del día principal de las fiestas en honor al Calvario de Los Majuelos, en Güímar, se convirtió en un espacio de aprendizaje, creatividad y convivencia intergeneracional. Bajo el marco de la Fiesta de la Cruz, el programa dedicó un amplio bloque a los más pequeños, combinando talleres educativos, juegos tradicionales y una reivindicación de las costumbres canarias.
El evento arrancó con una charla divulgativa sobre el significado histórico y cultural de la Fiesta de la Cruz, dirigida a explicar a los niños el origen de esta celebración y su importancia en el calendario festivo de las Islas. Posteriormente, se llevaron a cabo talleres de Identidad Canaria, donde los participantes elaboraron cruces decoradas y corazones artesanales, símbolos vinculados a la festividad. Estas actividades, según los organizadores, buscan «transmitir a las nuevas generaciones el valor de nuestras tradiciones a través de la práctica».
La jornada infantil incluyó también un juego de bochas —una modalidad deportiva arraigada en el archipiélago— y sesiones de coloreado de láminas temáticas, que permitieron a los niños explorar su creatividad mientras interactuaban con motivos relacionados con la Cruz y el patrimonio local.
El cierre de la tarde estuvo marcado por las tradicionales carreras de sacos, una prueba que, lejos de limitarse a los menores, congregó a participantes de todas las edades. Desde niños hasta adultos, la competición generó risas y complicidad entre familias, convirtiéndose en el acto más participativo del día. «Es emocionante ver cómo actividades sencillas logran unir a abuelos, padres e hijos. Esa es la esencia de nuestras fiestas», destacó una vecina del barrio.
Los organizadores subrayaron el equilibrio entre el componente pedagógico y el lúdico como clave del éxito. «No queríamos que fuera solo diversión vacía; buscábamos que los niños entendieran por qué celebramos lo que celebramos», explicó un miembro de la comisión festiva. Además, destacaron la implicación de las familias y la recuperación de juegos autóctonos, como las bochas, que «corren el riesgo de olvidarse en la era digital».
Con esta propuesta, el Calvario de Los Majuelos refuerza su apuesta por unas fiestas que, más allá de lo religioso, sirven como herramienta de cohesión social y preservación cultural. La programación continuará hasta el cierre de las celebraciones, con actos religiosos y encuentros comunitarios que mantendrán vivo el legado de la Cruz en Güímar.